El pasado 30 de noviembre de 2013, los amantes del cine y más especialmente los de la saga de "Fast and Furious", sufrieron la terrible pérdida de uno de sus protagonistas preferidos, Paul Walker. A sus 40 años de edad falleció en un accidente automovilístico yendo como copiloto tras chocar contra un árbol cuando se dirigía a un acto benéfico.
Os preguntaréis por qué me parece a mí un hecho importante en la historia del cine. Bien, yo, como otras muchas personas soy una fan incondicional de esta saga. Desde que era una niña he disfrutado junto a Brian y Toretto de cada película, de cada carrera. Nunca me cansaré de ver esas películas una y otra vez, con la misma ilusión que si las estuviera viendo por primera vez. Seis películas hay ya y la última aún queda por degustar, aunque por desgracia, sin nuestro O´Conner.
Lo curioso de esta historia, y supongo que muchos alguna vez os lo habréis planteado, es el hecho de que haya muerto en un accidente de coche. Lo teníamos como a un mago del volante, donde nadie, ni siquiera la muerte, podría vencerle. La frase que más representa a esta saga es la de: "Corre o muere", y así fue, unas veces se alcanza la gloria y otras no, unas se gana y otras se pierde, y lamentablemente Paul Walker vivió ese día su última carrera.
Nunca te olvidaremos Brian O´Conner, siempre en nuestros corazones.
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